1° DE DICIEMBRE - DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA Destacado

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El Día Internacional de la Acción contra el Sida se conmemora el 1 de diciembre de cada año, y se dedica a dar a conocer los avances contra la pandemia de VIH/sida causada por la extensión de la infección del VIH.

Se conmemoró por primera vez el 1 de diciembre de 1988, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propusiera esta fecha, la que tuvo el apoyo de la Asamblea Mundial de la Salud y de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde entonces han seguido la iniciativa gobiernos, organizaciones internacionales y caridades de todo el planeta.

Desde 1988 hasta 2004, ONUSIDA organizaba el Día Internacional de la Lucha contra el Sida. Escogía un tema para cada año, después de consultarlo con otras organizaciones.En 2005 la ONUSIDA entregó la responsabilidad de la conmemoración de este día a la organización independiente WAC (World Aids Campaign: Campaña Mundial contra el Sida).

Un nuevo informe de ONUSIDA muestra que los países se están sumando a los objetivos de acción acelerada, con un millón más de personas que han conseguido acceso al tratamiento. Durante 2016, cerca de 18,2 millones de personas tuvieron acceso a medicamentos destinados a salvar vidas en el mundo. Si estos esfuerzos son continuos y se incrementan, el mundo estará en camino de lograr la meta de 30 millones de personas en tratamiento para el año 2020.

DATOS ACTUALES DE NUESTRO PAÍS

En lo que hace a nuestro país, desde varios espacios se trabaja en el abordaje de esta problemática ya sea de manera preventiva como asistencial.

El VIH no es meramente un proceso biológico, sino que está inscripto en una sociedad y en un contexto determinado cuyas características inciden en el devenir de esa epidemia. Entender la complejidad de los procesos sociales que vuelven vulnerables a algunos grupos o individuos aumentando su probabilidad de contraer una infección, condicionando su acceso a los servicios de diagnóstico y atención o incluso incrementando sus chances de enfermar y morir, es fundamental para evaluar y, si es necesario, reorientar las estrategias en curso.

En este sentido, la Dirección Nacional de Sida y ETS tiene como meta reducir las nuevas infecciones y aumentar el acceso al diagnóstico oportuno y a los tratamientos desde una perspectiva de derechos. Para ello, además de garantizar la distribución de insumos, trabaja sobre los distintos factores sociales, culturales a institucionales que desde dentro y fuera del sistema de salud determinan el curso de la epidemia.

Las líneas estratégicas de esta Dirección tienen como eje a las personas y sus derechos, garantizando la continuidad de los compromisos políticos asumidos a nivel nacional e internacional: aumentar el acceso a los recursos preventivos, la información, el diagnóstico oportuno, los tratamientos, una atención de calidad y reducir el estigma y la discriminación. En esta línea se inscriben las metas 90-90-90 a las que se ha comprometido el país: lograr que para el año 2020 el 90% de las personas infectadas conozcan su situación, que el 90% esté en tratamiento y que el 90% de estas últimas tenga una carga viral indetectable.

Reducir la brecha entre la realidad actual y esos objetivos es un gran desafío que requiere del sostenimiento y la profundización de las líneas estratégicas con las que se viene trabajando, así como la renovación del compromiso de los distintos actores, especialmente del Estado, quien es responsable de garantizar los recursos para alcanzar esas metas.

Si bien la situación de la epidemia en la Argentina continúa estable, la distribución geográfica y el perfil de las personas que se están infectando y de aquellas que se están diagnosticando fueron variando. En el país viven alrededor de 120 mil personas con VIH, el 30% de las cuales desconoce su situación. Cada año se siguen reportando alrededor de 6.500 nuevos casos, pero se redujeron ligeramente los diagnósticos reportados en el AMBA y aumentaron en todas las restantes regiones del país.

En cuanto a las características de las personas diagnosticadas entre 2013 y 2015, más del 90% adquirieron la infección durante prácticas sexuales desprotegidas; en el caso de los varones, la mitad con mujeres y la otra mitad con varones. Por cada nuevo diagnóstico de mujeres se producen dos de varones. La mediana de edad de diagnóstico es de 32 años para las primeras y 33 para los últimos, lo que implica una reducción de la brecha entre ambos sexos. El 20% de los diagnósticos se producen en personas menores de 25 años y el 21% en personas de 45 años o más. El nivel de instrucción aumentó en ambos sexos, especialmente en los varones, entre quienes uno de cada tres tiene estudios superiores. El 32% de los varones y el 23% de las mujeres se diagnostican cada año en forma tardía.

A su vez, la tasa de mortalidad por sida en 2014 se ubicó en 3,4 por 100 mil habitantes. Ambos indicadores no muestran cambios en relación a lo informado en los últimos años. En cuanto a la transmisión perinatal del VIH, cada año dan a luz alrededor de 1.600 mujeres con VIH. La tasa de transmisión perinatal del VIH se encuentra estable en un valor de 5,2% para el período 2013-2015, en tanto que la tasa de sífilis congénita ha aumentado los últimos años. Los indicadores presentados arriba son de carácter nacional, por lo que las realidades pueden cambiar de provincia en provincia e incluso entre los grandes centros urbanos y ciudades más pequeñas. 

 Boletín de la Dirección Nacional de VIH - SIDA en Argentina.

 

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Jueves, 01 Diciembre 2016 05:21

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